lunes, 3 de mayo de 2010

Me emocioné al leer estas palabras de un querido compañero, aquí las comparto.

Hoy,en la escuela, me enteré que Silvia Materyn se había jubilado, por lo tanto dejó de ser docente activa de la misma.
Ya no estará todos los días en la escuela. Esto me produjo al menos dos reacciones inmediatas; la primera, de la cual ya algunos compañeros tenemos conocimiento, es saber que disfrutará el tiempo a futuro, el sabiamente ganado y esperado, lease: tiempo para la familia, amigos, nietos, vecinos, tías que no visita desde hace tiempo, vacaciones, y tantas otras cosas, TODO !!!
Un tiempo que no tendrá tiempos.
La segunda reacción es ya comprometida con la tarea que Silvia deja de realizar en la escuela.
Bastaría con obsrvar su producción cerámica, para reconocer a una heredera más de los decoradores de la vieja escuela Arranz.
Tal vez, si ella quisiera, seguiría formando decoradores de cerámica, ya que tiene los pinceles y pigmentos que le dió la vida como ceramista y docente.
Solo falta ella.
Es muy importante, que luego de tanta experiencia siga enseñando a quien lo desee y lo necesite.
Que ella lo realice, que transmita esa singular manera de decorar piezas cerámicas al antiguo estilo y con toda su calidad.
Silvia sabe, sin dudarlo, que al no archivar sus pinceles, estará rindiendo el mejor homenaje a sus maestros y compañeros en esta tarea, la decoracón cerámica.


Con todo mi afecto, Quique López